TEODORO RÍOS BALAGUER. 1945. SAGASTA, 2-4 / GRAN VÍA, 1-3
El terreno sobre el que se levanta este edificio es uno de los más privilegiados de la ciudad de Zaragoza en el siglo XX. En la confluencia del arranque de dos de sus principales avenidas, la Gran Vía y la de Sagasta; enfrentándose al gran inmueble de las Facultades de Medicina y Ciencias proyectado por Ricardo Magdalena a finales del XIX, y mirando directamente a la plaza de Paraíso.
El solar había estado ocupado durante las décadas anteriores por el antiguo velódromo de los “Campos Elíseos”; pero ahora, cuando el avance de la ciudad hacia su ensanche sur resultaba ya imparable, adquiría un valor nuevo y superior.
Monumentalismo constructivo
La promoción de la construcción corrió a cargo de la “Caja de Ahorros de Zaragoza”, que deseaba convertir el inmueble en todo un símbolo de su potencia institucional. Para materializarlo encargó el proyecto a un arquitecto local de sólida y larga trayectoria profesional de más de tres décadas y que ya había realizado otros trabajos para la entidad: Teodoro Ríos Balaguer.
El resultado de la conjunción de todos estos factores no defrauda. Teodoro Ríos lleva a cabo un proyecto que, como pocos en la ciudad, merece el calificativo de monumental. Para ello, el arquitecto recurre a un lenguaje constructivo tradicional, articulando el edificio en altura en la clásica estructura de basamento, cuerpo (subrayado por el empleo de pilastras de orden gigante) y remate. El autor corona el edificio mediante un ático que se potencia en la esquina gracias a un templete en el que sitúa el grupo escultórico en bronce realizado por Félix Burriel con el título de “Monumento al Ahorro”. El edificio no aporta novedades a la arquitectura zaragozana del momento y más bien enlaza con la arquitectura más enfática de la década de los años 20. Sin embargo, hay que reconocerle la virtud de saber dar respuesta a una ubicación urbana que, precisamente por su singularidad, requería de una construcción de una presencia tan potente como la que proyecta Teodoro Ríos Balaguer.