FERNANDO GARCÍA MERCADAL. 1928. ZURITA, 18
Un espacio urbano por definir
Cuando el contexto arquitectónico está todavía por definir en la plaza de los Sitios y su entorno, Fernando García Mercadal recibe dos encargos de edificios de viviendas en esta zona que comienza a experimentar una pujanza constructiva notable. El primero de ellos se sitúa en el número 18 de la calle Zurita mientras que el segundo se ubica, a muy pocos metros, en el número 16 de la propia plaza. Ambos proyectos guardan grandes similitudes y de hecho están firmados en Madrid el mismo día (20 de diciembre de 1928).
Hacía apenas dos años que García Mercadal había levantado el “Rincón de Goya” y, pese a lo que se ha escrito con frecuencia, era un profesional conocido y reconocido por la burguesía local. Más allá del debate ciudadano abierto por la radicalidad formal del “Rincón”, Fernando García Mercadal es considerado un arquitecto de gran categoría pese a su juventud. De ahí que recibiera encargos como estos de plaza de los Sitios 16 y Zurita 18, que podemos considerar de cierta entidad en todos los sentidos.
Depurada modernidad
Ambos proyectos están muy próximos formalmente en una línea de una depurada modernidad. Las formas son limpias y delicadas, muy lejos de la volumetría grandilocuente tan habitual en aquel momento. Sin embargo, en ellos el arquitecto tampoco realiza una propuesta radicalmente moderna. Quizás consciente del ambiente urbano y social en el que habían de levantarse, García Mercadal incluye detalles de carácter ornamental que hacen más sencilla su inserción en el marco constructivo de la antigua Huerta de Santa Engracia.
El edificio de la plaza de los Sitios, modificado posteriormente con el poco afortunado añadido de un piso superior, es más interesante tanto por la composición general, más equilibrada, como por detalles tan cuidados como los miradores en ángulo de los laterales.
El gran mérito de estos dos trabajos de García Mercadal consiste en apuntar un camino nuevo en la arquitectura zaragozana. La influencia que estos inmuebles de viviendas colectivas ejercieron en posteriores edificios levantados en la zona, fue fundamental en la aceptación y difusión de la modernidad constructiva en el principal ensanche burgués de la ciudad anterior a la guerra civil.
(Fotografía: autor)