TEODORO RÍOS BALAGUER. 1935. GIL DE JASA, 16
Los laboratorios Verkos pertenecen a la fase «racionalista» de la obra de Teodoro Ríos, un arquitecto que se sentía cómodo en propuestas constructivas más tradicionales y academicistas, pero que en torno a los años 30 se ve influido por la vigencia de los planteamientos modernos. A este periodo pertenecen tres obras próximas al Racionalismo: el Garaje de Mariano Baselga (1929), la casa-taller de Pedro Arias (1933) y, sobre todo, los laboratorios Verkos proyectados en 1935.
Pese a esta excepcionalidad dentro de la trayectoria de Teodoro Ríos, los laboratorios Verkos fueron una de las construcciones más convincentes del efímero Racionalismo zaragozano. Destacaban en el edificio su pureza volumétrica, las generosas ventanas que rasgaban en longueur los muros, la carpintería metálica y el diseño tubular de la barandilla de la gran terraza. El uso de neones en la rotulación ayudaba a una imagen nocturna de resuelta modernidad.
Algo más moderado era el planteamiento de la planta superior, tanto en el trazo de los vanos y el balcón, como en el acabado de los muros lo que, en cierta manera, matizaba el resultado final de la obra.
Los laboratorios Verkos fueron una de las mejores muestras de la deriva que la arquitectura zaragozana estaba adoptando a mediados de la década de los años 30 hacía propuestas próximas a las más avanzadas de su momento a nivel internacional. Esta evolución quedaría bruscamente truncada por el estallido de la guerra civil y la consiguiente vuelta a una arquitectura vinculada a la tradición y la historia.
(Fotografías: Víctor M. Lacarta. Fotos antiguas de Zaragoza)