MIGUEL ÁNGEL NAVARRO PÉREZ. 1916. PASEO DE LA INDEPENDENCIA, 2

El “Banco Hispano-Americano” fue la primera entidad financiera de carácter nacional que instaló una sucursal en Zaragoza. De hecho, el banco nació en 1900 como consecuencia de la repatriación de capitales coloniales y con la voluntad de ser una entidad que se extendiese por todo el territorio español.

La primera sede zaragozana comenzó a funcionar en 1907. Pronto, en 1916, la situación de la entidad aconsejó la construcción de una sede lo más amplia y emblemática posible.

Del proyecto se encargó un joven arquitecto zaragozano, Miguel Ángel Navarro, rompiéndose así la tendencia anterior a encargar este tipo de obras a profesionales foráneos.

Acorde con su actual línea de trabajo, Miguel Ángel Navarro apuesta por un lenguaje historicista, de libre inspiración en las formas renacentistas nacionales. Se separa de las primeras propuestas eclecticistas y afrancesadas, abriendo una nueva vía formal.

Aunque la ubicación lo permitía por la disposición del solar, Miguel Ángel Navarro no utiliza el habitual torreón de esquina sino que plantea dos fachadas prácticamente idénticas a la plaza y al paseo de la Independencia.

En el interior, Miguel Ángel Navarro mantiene la misma propuesta formal aunque algo simplificada. El patio de operaciones es amplio, diáfano, con los mostradores dispuestos en forma de U en torno del mismo. El segundo nivel, al que se accedía mediante escaleras algo más discretas que en otros casos similares, era también espacialmente generoso y se remataba mediante una cubierta acasetonada que armonizaba el neorrenacentismo estético del conjunto.

(Fotografias: Fototipia Thomas y Proyecto Gaza)