Casa Sánchez Ventura

JOSÉ BOROBIO OJEDA y REGINO BOROBIO OJEDA. 1934. PASEO DE SAGASTA, 64

En 1934 los hermanos José y Regino Borobio proyectaron esta vivienda para el abogado, periodista  y político José María Sánchez Ventura en el número 64 del paseo de Sagasta, una artería ciudadana que, si bien ya estaba prácticamente configurada desde el punto de vista arquitectónico y urbanístico, aún había de aguardar alguna obra de interés.

La vivienda era realmente una mansión que enlazaba, muy conscientemente, con la tradición de los palacios zaragozanos del siglo XVI. Una arquitectura que Regino Borobio había estudiado y conocía a la perfección. Por eso, en su composición e incluso en su distribución interior se aprecian la voluntad de enlazar con la que el arquitecto consideraba gran arquitectura del pasado local.

Es significativo que en 1928 Regino Borobio (en este caso en solitario) realizara un proyecto para la casa de José María Sánchez Ventura. Era un diseño que se inscribía plenamente en la denominada en aquel momento como arquitectura cubista y que precedía a la que pocos años más tarde sería el chalé de Pedro Hernández Luna. La influencia del Rincón de Goya no deja de resultar evidente.

(Diseño de 1928 para la casa de José María Sánchez Ventura)

Cuando, en 1934, los hermanos Borobio retoman el proyecto de vivienda para José María Sánchez Ventura, la propuesta es radicalmente diferente. Como ya queda apuntado, la estética cubista es sustituida por una voluntad de enlazar con la arquitectura local. Pero no con un planteamiento historicista, sino de captar la esencia de la tradición constructiva zaragozana y adaptarla a los tiempos. Así, no hay motivos ornamentales del pasado. Las formas son sobrias y esenciales, pero la estructura en alzado, con el pórtico, la planta noble en balconada y la galería superior bajo alero volado, así como el uso masivo del ladrillo, son claras referencias a la arquitectura tradicional.

En la distribución interior también se apreciaba la influencia de la arquitectura palacial zaragozana, sobre todo por el uso del patio interior en torno al cual se organizaban las estancias y a la ubicación preferente hacia la fachada de los principales espacios como el comedor y el oratorio. Eso si, la adaptación a los tiempos aconsejó a los autores sustituir en la planta calle el tradicional patio por un garaje.

Pese a su aparente sencillez, en la casa de Sánchez Ventura se pueden constatar elementos tan importantes en el trabajo de los hermanos Borobio, y muy especialmente en Regino, como la voluntad de continuar la tarea de su admirado Ricardo Magdalena de actualizar el legado de la arquitectura local para adaptarlo a su momento histórico, como el precedente hacia el que evolucionará su arquitectura inmediatamente anterior a la guerra civil y que tendrá en la Confederación Hidrográfica del Ebro su mejor exponente.

Como en tantos y tantos otros casos de edificios levantados en el paseo de Sagasta, la casa de Sánchez Ventura, fue derribada para construir en su solar un anodino e impersonal bloque de viviendas. En este sentido, resulta evidente que la destrucción del patrimonio arquitectónico de esta vía zaragozana fue mucho más allá de las primeras edificaciones del periodo modernista o ecléctico para afectar a obras mucho más recientes, por culpa de algunos y para desgracia de todos.

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