JOSÉ DE YARZA GARCÍA. 1940. PASEO DE LA CONSTITUCIÓN, 12
El triunfo franquista en la guerra civil implicó la fulminante prohibición de los sindicatos de trabajadores y su sustitución por los denominados sindicatos verticales totalmente ajenos al concepto inicial de organizaciones obreras destinadas a la defensa de los derechos de las clases obreras.
En el contexto de un nuevo régimen político que tiene la ambición de crear una nueva sociedad anclada en la tradición y con una fuerte vocación propagandística, los dirigentes políticos y sindicales son conscientes de la necesidad de levantar edificios que transmitan la idea de «sociedad nueva».
Convenía, por tanto, que estos nuevos sindicatos verticales tuvieran sedes de nueva planta, empaque constructivo y lenguaje que evidenciara su oficialidad. En esta línea se entiende el edificio para Delegación Provincial de Sindicatos que José de Yarza proyecta en 1940 en el paseo de la Constitución (en aquel momento denominado de Marina Moreno en recuerdo de una joven falangista muerta en los primeros días de la guerra).
José de Yarza se había titulado en 1933 por lo que la contienda interrumpió bruscamente sus primeros años de ejercicio profesional. Eso explica que esta obra, de 1940, sea su primer trabajo de entidad tras la que seguiría una amplia nómina de proyectos en las siguientes décadas.
Tal y como se defendía desde los teóricos de la arquitectura vinculada al régimen franquista, la casa sindical de Zaragoza apuesta por una arquitectura vinculada a la tradición: basamento, de evidente airea palacial y en el que destaca el amplio pórtico adintelado; el cuerpo, dominado por la rítmica reiteración de las ventanas, y el remate, que enlaza con la historia arquitectónica local mediante la galería de arcos de medio punto y el alero volado.
El ladrillo es el gran protagonista de las fachadas, reservándose la piedra para la planta calle.
A diferencia de lo que ocurre en otros muchos casos de la arquitectura oficial del primer franquismo, la Delegación Provincial de Sindicatos no abusa de elementos iconográficos ni simbólicos. Hay una cierta contención y una simplicidad en los volúmenes. Aunque identificados con el momento más conservador de la arquitectura española, los arquitectos que, como José de Yarza, comienzan a trabajar en los primeros años 40, son profesionales formados en el periodo de máxima vigencia de las ideas modernas en las escuelas de arquitectura y eso, en casos como este, se aprecia.
(Fotografía: Agencia EFE)
habia mucha gente, en aquel tiempo se celebraban pocas cosas , pero recuerdo que un paracaidista se tiro desde lo alto y se le abrio el paracaidas a pocos metros del suelo, salio ileso afortunadamente para el .Yo lo vi , era muy pequeño y me impacto
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