RAMÓN SALAS RICOMÁ. 1906. ESPOZ Y MINA, 31
Ramón Salas fue un arquitecto tarraconense que llevó a cabo una importante labor restauradora de construcciones emblemáticas del patrimonio histórico catalán y aragonés en las últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX. Entre ellas cabe citar la colegiata de Santa María de Calatayud y la Basílica del Pilar de Zaragoza. Además, ocupó los cargos de arquitecto municipal y provincial de Tarragona.
Entre 1905 y 1911 realizó una serie de proyectos de edificios de viviendas para la ciudad de Zaragoza, entre los cuales destaca este de 1906 por encargo del marqués de Montemuzo.
Se trata de un inmueble entre medianiles con planta baja y tres alzadas. En la planta calle, Ramón Salas opta por una composición a base de una serie simétrica de cinco arcos de mediopunto y por el uso de la piedra como material único. En el resto de las plantas el material dominante es el ladrillo a excepción de la decoración en relieve y tema vegetal de los dinteles de los vanos. En las plantas segunda y tercera reproduce la composición simétrica de la baja al disponer balcones individuales en los extremos y agrupar los tres centrales mediante un balcón corrido. El piso superior se resuelve con vanos abuhardillados que rasgan el alero en forma de sencillos frontones.
Construido en pleno éxito del Modernismo, en su acabado se aprecian detalles de este estilo que Ramón Salas conocía perfectamente gracias a su procedencia catalana, pero el resultado es muy discreto y contenido.
Pese a esta contención, el edificio no dejó de ser percibido como una pieza de cierta singularidad en el contexto de la arquitectura zaragozana de la época. Probablemente por esta razón su traza fue atribuida erróneamente durante décadas a la figura de Ricardo Magdalena Tabuenca.