César Augusto, 100

JOSÉ DE YARZA ECHENIQUE. 1904. CÉSAR AUGUSTO, 100

El edificio corresponde a un doble proyecto que José de Yarza Echenique elaboró por encargo de Conrado Hernández en los años 1904 y 1905. Del primer año es el diseño del bloque derecho de la fachada y del año siguiente el izquierdo.

Pese a tratarse de un proyecto elaborado en dos fases, muy evidentes volumétricamente, la intención de Yarza es darle al conjunto una unidad que se aprecia en el uso de los materiales y en la coherencia de los elementos decorativos.

El edificio se levanta sobre los porches de lo que en su momento se denominó Plaza de Lanuza, que en aquel momento estaba en plena fase constructiva tras la inauguración del magnífico Mercado Central proyectado por Félix Navarro Pérez. En altura dispone de tres y cuatro plantas en sus respectivos volúmenes, con remate diferenciado en terraza y cubierta en tejado.

Lo más interesante del conjunto es la abundante y variada decoración que despliega el autor: vanos guarnecidos, carnosa decoración vegetal en las impostas, arcos rebajados… En los pisos superiores, Yarza dispone en el cuerpo izquierdo una triple ventana de arcos conopiales, y en el derecho una trífora con fustes torsos y potentes capiteles vegetales.

Los paños de los muros son de ladrillo a caravista, lo que ayuda a resaltar la espectacularidad de los elementos ornamentales.

Cuando José de Yarza diseña este edificio se encuentra en su momento de mayor actividad en la introducción del lenguaje modernista en la ciudad de Zaragoza a la que acaba de llegar procedente de Barcelona, donde ha realizado sus estudios. En este caso, es evidente como en el repertorio que utiliza el autor se combinan tanto los detalles más propios del estilo (como se aprecia en la decoración figurada en relieve situada sobre el arco del balcón principal del cuerpo izquierdo), como los goticistas, más o menos reinterpretados.

Por desgracia, el proyecto original fue alterado por el anodino mirador cerrado de la primera planta que rompe la armonía del conjunto.

Un último aspecto a tener en cuenta en este edificio es que en sus bajos se encuentra uno de los locales comerciales más interesantes de la Zaragoza de comienzos de siglo: Casa Gavín, proyectada por otro gran arquitecto del momento, Ricardo Magdalena Tabuenca.

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