Cinema Elíseos

TEODORO RÍOS BALAGUER. 1945. SAGASTA, 4

Tras la inauguración del cine “Gran Vía”, se produce en Zaragoza un fenómeno de rápida apertura de un buen número de salas cinematográficas de interés en apenas una década. Dos de estas salas: el cine “Delicias” (1944) y el “Elíseos” (1945) son obra de Teodoro Ríos Balaguer, un arquitecto con varios trabajos de esta tipología que se remontan en el tiempo hasta 1914, cuando proyectó el cine “Doré”.

Probablemente por ser un arquitecto ya maduro y, por supuesto, por su gusto por la arquitectura de corte clásico y monumentalista, los cines de Teodoro Ríos son los que presentan una estética más tradicional.

El cine “Elíseos” es quizás su mejor proyecto dentro de esta tipología. Se sitúa en los bajos del edificio -también de su mano- para la Caja de Ahorros de Zaragoza en el encuentro entre la Gran Vía y el paseo de Sagasta, un lugar céntrico y un inmueble de gran empaque. Lo más interesante, más allá del grácil diseño de las taquillas, es la sala de proyección. De modestas proporciones, está resuelta con una elegancia muy del gusto del público de clase alta al que se dirigía. Los elementos ornamentales, como los nichos con jarrones o el enorme plafón del techo, van en esta línea.

El trazado en planta, con una pronunciada curva hacia la pantalla, potencia el aire de recogimiento e intimidad del local frente a otras salas en las que se buscaba, ante todo, dar cabida a la mayor cantidad de público posible.

(Fotografias: Patrimonio Cultural de Aragón)

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