JULIÁN LAGUNA SERRANO. 1944. COSO, 36-40
En 1943, los gestores del “Banco de Aragón” decidieron dotar a la entidad de una nueva sede en un amplio solar, junto a la ya existente, en los números 36-40 de la calle del Coso, con esquina a la de Teniente Coronel Valenzuela.
Para ello se abrió un concurso restringido en el que resultó ganador el proyecto presentado por el arquitecto madrileño Julián Laguna Serrano en diciembre de 1944.
Como ya ocurriera en 1913, el “Banco de Aragón” buscó para construir su sede a un arquitecto foráneo. Julián Laguna Serrano era en aquel momento un profesional que compaginaba su actividad con la de procurador en Cortes (desde noviembre de 1942) elegido por los colegios de arquitectos de España. Gozaba, pues, de una sólida situación política en el nuevo régimen que procedía de su activa participación como combatiente y “caballero mutilado” de la guerra civil.
Esto explica el aire general que desprende el diseño de las fachadas del “Banco de Aragón”, próximas a la “arquitectura imperial” que se impulsó desde la primera política del franquismo. Es, en este sentido, un edificio grandioso, austero, granítico y compuesto por elementos históricos que van desde el pórtico jónico, de gran sobriedad clásica, hasta el templete barroquizante que remata la torre del reloj.
Al igual que el edificio de Manuel del Busto, la nueva sede del “Banco de Aragón” aporta un lenguaje ajeno a la ciudad, de un “clasicismo neutral”, aunque manteniendo los principios de la tipología financiera de la primera posguerra: apariencia sólida y monumental, ubicación preferente en la trama urbana y marcada presencia gracias a la solución en torreón de la esquina.